¿2023 será mejor o peor?

 

 

Parece que 2023 podría traer mejores resultados en cuanto al asunto inflacionario que caracterizó el fin de los periodos de confinamiento por la pandemia del COVID-19. De acuerdo con el presidente de la Reserva Federal (Fed) de St Louis, James Bullard, los incrementos en las tasas de interés desde valores cercanos al 0% y actualmente hasta un 4.25% podrían haber devuelto las expectativas de inflación a un nivel consistente con el objetivo inflacionario establecido por la Reserva Federal, del 2.0%. Lo que esto significa es que durante 2023 podríamos ver el descenso del nivel generalizado de precios; es decir, la reducción inflacionaria.

No obstante, es muy probable que en el primer trimestre de 2023 las autoridades monetarias aprueben nuevos incrementos a las tasas de interés, de tal modo que en los Estados Unidos podría alcanzar un nivel de 5.1%. Hay que recordar que aunque no se trata de una regla escrita, el Banco de México replica las decisiones en materia de política monetaria de la Fed, ya que es importante mantener las brechas entre las tasas de interés mexicanas y las extranjeras a fin de mantener la atracción de inversión en favor de los instrumentos mexicanos y con ello aumentar la demanda de moneda nacional, situación que a su vez resulta favorable para mantener la estabilidad en el tipo de cambio.

Así, en el caso de México las tasas de interés podrían alcanzar los 11 o 12 puntos porcentuales, actualmente se encuentran en 10.5% y se prevé que se mantengan así algún tiempo. Ahora bien, ante una situación así ¿qué deberían hacer los consumidores? Cuando las tasas de interés del Banco de México suben, entonces los créditos que ofrece la banca comercial se encarecen; por lo tanto, es un mal momento para comprar cosas a crédito, ya que los cobros serán más elevados. Por otro lado, es un buen momento para aumentar el ahorro y adquirir instrumentos financieros que otorguen rendimientos por encima de la inflación.

Una serie de encuestas realizadas por El Financiero indica que los mexicanos reportan un mejor estado de ánimo en cuanto a su situación económica y financiera. Así, al finalizar 2022, el 37% de los mexicanos confía en que su economía estará mejorando durante 2023, mientras que el 33% señala que será peor. Cabe señalar que la encuesta de diciembre fue la única en que el optimismo venció al pesimismo. Si consideramos las estimaciones de las autoridades monetarias (de que la inflación se reducirá) y al mismo tiempo le apostamos al ahorro y a la adquisición de instrumentos de inversión, 2023 podría ser un año que reporte rendimientos y a su vez termine con los incrementos de los precios de las mercancías y servicios.

Si aprendemos a leer dicha coyuntura, puede que los optimistas tengan una buena razón para esperar un 2023 mejor.

 

 

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