La nueva administración pública federal tiene poco más de un mes en funciones, no obstante los cambios, transformaciones y nuevos programas que ha implementado son cuantiosos. Algunos más polémicos que otros, incluso hay varias propuestas de campaña que ya se cumplieron, como la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, la Ley de Remuneraciones (Salarios Máximos), entre otros.
La llegada de la cuarta transformación está cambiando paradigmas en la administración pública federal y abriendo múltiples frentes de debates sobre las nuevas políticas públicas. Por lo que se anticipa que 2019 será un año donde continúen los cambios y reacomodos en la administración pública.
En este sentido, se vislumbran al menos 5 cambios o propósitos que el gobierno federal buscará cumplir durante 2019 y lo antes posible.
- Descentralización de las Dependencias Federales
Hace meses se anunció que la mayoría de las oficinas centrales de las dependencias federales o secretarías de estado saldrían de la Ciudad de México y se repartirían en el resto de las entidades federativas.
Por ejemplo, se tiene completado que la Secretaría de Economía se establezca en Monterrey, Nuevo León; PEMEX en Campeche; CFE en Chiapas; Educación en Puebla; Energía en Tabasco; Salud en Guerrero; IMSS en Michoacán; el SAT en Mexicali, entre otras.
Mientras tanto, el Ejecutivo Federal declaró que las primeras dependencias que saldrían de la capital del país son Semarnat, a Mérida, Yucatán, y Turismo, a Quintana Roo. Por lo que es altamente probable que se observen las primeras mudanzas en 2019.
Dificultades: resistencia de los trabajadores de base para aceptar el cambio de sede (vivienda, viáticos o mudanza, entre otros). Por otro lado, la espera puede prolongarse si las entidades federativas de destino no cuentan con la infraestructura o espacios de trabajo suficientes (edificios y oficinas).
- Programas de Apoyo a Grupos Vulnerables
Un fin de semana antes de que asumiera funciones la nueva administración pública federal se llevó a cabo la consulta sobre la construcción del “Tren Maya” en el sureste de país. Los resultados indicaron un amplio triunfo del “Sí” (90%) y tuvo una participación de 946,081 personas de un universo posible de 89 millones de mexicanos.
Esta consulta incluyó además la aprobación (si o no) de diversos programas sociales (subsidios) a grupos vulnerables como: adultos mayores (aumentar al doble la pensión), becas a estudiantes de educación media y superior, apoyo a discapacitados y jóvenes aprendices (pago de capacitación).
Actualmente. para algunos de estos programas ya existen plataformas de registro disponibles, mientras que los superdelegados ya trabajan en los censos estatales. Por lo que se estima que los recursos públicos comiencen a distribuirse a la brevedad.
Dificultades: es cuestión de tiempo para que se finalicen los padrones, este proceso podría retrasar algunos meses el inicio de operaciones si se presentan dificultades técnicas.
- Guardia Nacional
La creación o formalización de la Guardia Nacional es la nueva estrategia del gobierno federal para asegurar la seguridad pública en las diversas regiones del país, siendo este cuerpo policiaco, integrado por activos de la Marina, Defensa Nacional y de la Policía Federal.
Además, el pasado miércoles de 2 enero, el Ejecutivo Federal exhortó a 50 mil jóvenes para que se integren a la Guardia Nacional. Aunque se estima que dicha meta se cumpla hasta el año 2021, en el presente año debería entrar en funciones.
El cambio en la estructura orgánica de la administración pública aún no se ha efectuado, siendo uno de los pendientes legislativos para 2019. Por lo que su operación podría tardar unos meses más.
Dificultades: La oposición y algunas organizaciones de la sociedad civil se niegan a apoyar la creación de la Guardia Nacional, además no se aprobaron recursos para la misma en el presupuesto de 2019 (ya que no existe actualmente). A pesar de todo, al final terminará aprobandose por la mayoría partidaria que existe en el Congreso, aunque puede sufrir algunos cambios para su creación.
- Austeridad Republicana (ahorro)
La implementación de la nueva Ley de Remuneraciones fue la impulsora para la disminución del gasto en salarios dentro la administración pública, la cual se materializó con la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2019.
Aunque existen algunos cálculos sobre el monto de ahorro de esta Ley y sus beneficios en las finanzas públicas, tal vez no sean suficientes para que el gobierno alcance la austeridad republicana y el ahorro de recursos que se planteó, al menos durante 2019.
Algunas decisiones previas, como la cancelación del nuevo aeropuerto (pago de los bonos) y el traslado de dependencias (mudanzas, nuevas rentas, apoyos para la vivienda, entre otros) a las entidades federativas, representarán un incremento en el gasto operativo del gobierno federal. Por lo que al final del año, puede ser que el ahorro no sea tan significativo debido a estas medidas.
Dificultades: Aunadas a las expresadas anteriormente, se encuentra la disminución a la mitad del pago de IVA en la frontera y una disminución igualmente significativa en el pago de ISR, así como el despido de trabajadores operativos del SAT. Ambos hechos podrían dificultar las metas de recaudación del gobierno federal para 2019.
- Crecimiento económico
Aunque en los últimos 6 años no se presentó una contracción de la economía mexicana, el consenso de los especialistas y de los electores es que el crecimiento económico ha sido insuficiente. En este sentido, la opción política ganadora planteó la necesidad de cambiar el “modelo económico, neoliberal” que ha prevalecido en el país durante las últimas 3 décadas.
El actual gobierno ha establecido la meta de 4% como crecimiento económico aceptable del PIB. Mientras que para 2019 la Secretaría de Hacienda estimó que rondaría el 2% anual, esta cifra es relativamente aceptada por los especialistas, ya que es la inercia económica que trae el país.
No obstante, hay otras variables económicas que estarán bajo mayor escrutinio, como el tipo de cambio, el precio de la gasolina, la inflación, ingresos turísticos, entre otros. En la medida que estos indicadores sean favorables (y que el PIB no sea menor al pronosticado) será mayor la confianza sobre el nuevo modelo económico.
Dificultades: la curva de aprendizaje de los nuevos funcionarios en temas económicos podría derivar en subejercicios del gasto público, ocasionando un efecto adverso en la tasa de crecimiento pronosticada para 2019.
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