“En tiempos de crisis, los hombres sabios construyen puentes, mientras que los necios construyen muros”.
Se aplica para todo aquél individuo que lleva sus ideas, proyectos o decisiones hasta las últimas consecuencias; este personaje no escucha razones de nadie que se oponga a sus actos, es incapaz de comprender lo inviable de sus propuestas y las implicaciones que éstas puedan tener. Aquella persona que se inclina por el extremismo se caracteriza por ser intolerante, irracional, inflexible y egocéntrica, sus métodos de convencimiento se inclinan más a la amenaza y la violencia que a la razón. Este término apela al radicalismo ideológico que lleva a la consumación de actos deleznables.