El diario britanico Financial Times y la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago realizaron una encuesta entre expertos economistas para conocer sus perspectivas sobre el comportamiento de la mayor economía del mundo, entre los principales resultados resalta que el 70% de los expertos considera que en 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) de los Estados Unidos entrará en recesión al mismo tiempo que la Reserva Federal (Fed) endurece la política monetaria buscando contener la inflación más alta observada en los últimos 40 años (8.6% anual).
La encuesta se realiza en el marco de la reunión que celebra la Fed para definir el comportamiento de la política monetaria en los siguientes meses, aunque en el mercado prevalece la expectativa de que los tipos de interés presentarán incrementos hasta el mes de septiembre, dependiendo de los resultados inflacionarios que se vayan publicando. Cabe recordar que la Reserva Federal aumentó la tasa de interés en 75 puntos base desde el mes de marzo y para muchos economistas representó una acción tardía pues los niveles de interés tendrían que alcanzar hasta un 5.0% al finalizar el presente año si se desea contener el avance de los precios.
Así, organizaciones como Goldman Sachs enviaron notas a sus clientes advirtiendo que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) podría aumentar hasta en 75 puntos base las tasas de interés del mercado estadounidense para alcanzar un nivel estimado de 2.25 y 2.5% al concluir el mes de julio. Para septiembre se esperaría un aumento adicional de 50 puntos base y en noviembre-diciembre otro más de 25 puntos base, hasta alcanzar los 3.25-3.5% al finalizar el año.
Pero todo esto, ¿qué tipo de repercusiones tendría sobre México? Lo primero es que si la economía estadounidense entra en recesión, es altamente probable que México siga sus pasos. Como diría el ex secretario de hacienda y luego gobernador del Banco de México en 2008, Agustín Carnstens, si a Estados Unidos le da catarro, a México le da pulmonía. Esto se explica porque históricamente los Estados Unidos ha sido el principal socio comercial de México, tanta es su importancia que del total de mercancías que México exporta al extranjero, más del 80% son enviadas a los Estados Unidos.
Una recesión implicaría que los niveles de producción se reducirían drásticamente, dejando de demandar productos de origen mexicano y estancando la economía nacional. Además, los tipos de interés elevados de la Fed provocarían una importante salida de capitales del país en busca de los rendimientos que otorgan los Bonos del Tesoro americano, lo que generaría problemas en el tipo de cambio. Para México, nunca será deseable una recesión en los Estados Unidos pues sus relaciones arrastran a ambos países en situaciones positivas o negativas.