En la última semana de junio, el INEGI publicó los resultados del Índice Nacional de Precios al Consumidor correspondientes a la primera quincena del sexto mes del año y con un resultado poco alentador para la economía nacional. De acuerdo con el servidor estadístico, la inflación creció un 7.88% durante la primera mitad de junio, lo que representa una nueva aceleración en el incremento de los precios de los bienes y servicios que conforman la canasta básica nacional con respecto a la segunda quincena de mayo, cuando crecieron a ritmo de 7.72%.
Así, la inflación en México acumula 31 quincenas consecutivas fuera del rango objetivo establecido por el Banco de México (3.0% +/- un punto porcentual), quien es responsable de vigilar y mantener la estabilidad de precios en territorio nacional. La variación de la primera mitad de junio es la más alta desde la primera quincena de enero de 2001, cuando el índice de precios nacional reportó un aumento de 8.37%. Según señala el reporte del INEGI, el repunte de los precios se explica en gran medida al encarecimiento de productos como la papa y otros tubérculos (16.8%), el pollo (2.3%), la electricidad (2.6%), los refrescos envasados (1.1%) y la naranja (12.1%).
Cabe señalar que la expectativa del mercado fue superada con los datos reportados por el INEGI, pues especialistas creían que la inflación se ubicaría en los 7.75 puntos porcentuales al concluir la segunda quincena de junio. Por componentes, el índice de precios subyacente, aquel que excluye de su contabilidad los productos cuyos precios se comportan altamente volátiles, aceleró a ritmo de 7.47% en términos anuales, su variación más alta desde la segunda quincena de diciembre del año 2000, cuando se ubicó en 7.73%. A su interior, los precios de los servicios reportan un incremento anualizado de 4.77%, mientras que las mercancías se encarecieron en un 9.85%
Por su parte, la balanza no subyacente, aquella que incluye dentro de su contabilidad los productos y servicios cuyos precios presentan volatilidad, como los productos agrícolas y los combustibles, crecieron a ritmo anual de 9.13%. A su interior, los precios de los productos agropecuarios registraron un incremento de 14.31% en términos anuales, mientras los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno tuvieron una variación del 5.15% con respecto a la primera quincena de junio del año pasado.
Entre los productos que registraron reducciones en sus precios y ayudaron a restar presiones al indicador inflacionario se encuentra el gas doméstico LP con un abaratamiento del 1.5%, el limón con un -9.53%, el chile serrano con -10.4%, la cebolla con -4.7% y la uva con -12.7%. Al respecto, el gobierno federal dijo que presentará una nueva serie de medidas para contener el crecimiento de los precios.