En el balance económico de la semana se podrían identificar fácilmente resultados que son poco alentadores para la economía, entre ellos los indicadores de crecimiento de variables estratégicas como los niveles de inversión, el crecimiento de la inflación, la confianza de los consumidores y el más reciente anuncio del Banco de México, mediante el cual hace subir su tasa de interés en 75 puntos base (dato histórico pues nunca había realizado un salto de tal magnitud). Encontrar las noticias positivas no es tan sencillo, por un lado tenemos el incremento de las remesas, que implican un incentivo considerable para el consumo de las familias y la publicación del INEGI, sobre el crecimiento de la economía real.
Respecto a este último, el INEGI informó que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), estadístico que sirve para conocer la evolución de la economía real en el corto plazo, confirmó una nueva aceleración durante el mes de abril y registra su mejor desempeño en el último año. Al parecer la economía mexicana está siendo impulsada por los resultados que presenta el sector secundario (la industria) y terciario (los servicios). Al concluir el mes de abril, las actividades económicas agregadas habrían crecido un 1.07%.
Pese al avance positivo, el IGAE mostró un desempeño por debajo del anticipado por el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que señalaba un avance del 1.8%. Al interior del indicador, dos de los tres sectores de la economía mostraron avances. Las actividades terciarias reportaron el mejor desempeño con una tasa de crecimiento del 1.3% a ritmo mensual, su mejor avance desde marzo de 2021.
De manera desagregada, los servicios relacionados con el esparcimiento, culturales y deportivos aumentaron a ritmo del 8.3%, mientras que el comercio al por menor registró un incremento del 8.0%, seguido de los transportes, correos y el almacenamiento con una variación de 3.6%; los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas mejoraron un 3.1% a tasa mensual. Por su parte, las actividades secundarias crecieron un 0.6% durante el cuarto mes del año, su segundo avance positivo de manera consecutiva. A su interior, la minería avanzó un 1.4%, seguido de las manufacturas con desempeño de 1.2% y de la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final en un 0.2%.
Finalmente, las actividades primarias retrocedieron en un 1.3%, en gran medida gracias al encarecimiento de los fertilizantes y debido a los ceses productivos provocados por la guerra entre Ucrania y Rusia. En el comparativo anual, el IGAE creció un 2.0%, destacando el avance de las actividades primarias en un 5.3%.