El Banco Mundial publicó un informe sobre la Actualización de la Seguridad Alimentaria en el que advierte una situación de inseguridad debido al periodo inflacionario del último año en el precio de los alimentos, a la disminución de las cosechas de cereales, así como a los desastres naturales y a las tensiones geopolíticas, con lo que unos 5.6 millones de personas estaría experimentando condiciones de seguridad alimentaria aguda, entendida ésta última como la incapacidad de las personas de consumir una cantidad suficiente de alimentos, lo cual podría poner en peligro inmediato su vida o sus medios de subsistencia.
La cifra sólo corresponde a América Latina y el Caribe, pero los efectos podrían tener el potencial de extenderse al mundo entero. De acuerdo con el propio organismo, las constantes interrupciones en el comercio internacional, incluidas las sanciones que la Unión Europea y los Estados Unidos han impuesto sobre Rusia, quien es uno de los mayores productores y exportadores de fertilizantes en el mundo, han ocasionado preocupaciones por los efectos que podrían presentarse en los países de Latino América.
Los datos del organismo sugieren que al 2021 existen unas 658.9 millones de personas habitando territorio latino, lo que significa que un 8.5% del total de su población estaría experimentando condiciones de crisis en seguridad alimentaria. Como zona de mayor preocupación se menciona al Caribe Oriental, pues se calcula que 2.8 millones de personas en dicha zona viven en situación de inseguridad alimentaria.
Hay que hacer hincapié en que el Caribe y algunos países como Perú son altamente dependientes de las importaciones de alimentos, lo que vuelve a la región particularmente vulnerable a reducciones en el nivel de oferta mundial de alimentos y del consecuente aumento de los precios de las semillas. Así, el índice de precios de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) se ubica un 23.1% por encima de su valor registrado un año atrás.
Actualmente, Perú es uno de los países más afectados a nivel mundial ya que tiene sanciones internacionales que restringen la exportación de sus mercancías y afectan al 69% del uso de fertilizantes. Le siguen Argentina y Brasil, con afectaciones del 28 y 19% respectivamente. Por su parte, el gobierno mexicano ha anunciado una inversión planificada de 500 millones de dólares con la finalidad de aumentar la producción en plantas de fertilizantes que se encuentran subutilizadas. Respecto a esto último, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha reiterado que México necesita lograr la suficiencia alimentaria pues asegura que esto hará disminuir la volatilidad del precio de los principales granos que consumen los mexicanos.