El Banco de México lo volvió a hacer. Después de celebrar la reunión con la Junta de Gobierno, el banco central publicó un comunicado de prensa en el que conforma el incremento del objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día en 75 puntos base, es decir, tres cuartos de punto porcentual para alcanzar un nivel de 8.5% a partir del día 12 de agosto. De acuerdo con el comunicado, la actividad económica mundial se debilitó durante el segundo trimestre del año y los indicadores oportunos sugieren que esto se mantendrá por lo menos en el tercer trimestre.
Paralelamente, la inflación mundial continúa su avance al alza registrando en algunos casos variaciones máximas que no se veían en décadas. El repunte de los precios se ve motivado por desbalances entre la oferta y la demanda en diversos mercados, así como por el encarecimiento de alimentos y de los energéticos. En el caso de México, el INEGI publicó el pasado martes los resultados del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), estadístico que da cuenta de la inflación en el país, con una variación anual del 8.15%, lo que representó una nueva aceleración respecto al resultado de junio pasado, de 7.99%.
A lo anterior se suma el dato oportuno del Producto Interno Bruto (PIB) para el segundo trimestre del año, con un crecimiento del 1.0%, lo que acabaría por confirmar la decisión de la autoridad monetaria para aprobar un nuevo incremento de su tasa de interés. Cabe señalar que esta es la segunda ocasión en que lo hace desde que adoptó el objetivo operacional de la tasa de interés en 2008. Además, la decisión se convierte en el décimo aumento consecutivo desde que Banxico comenzó su ciclo alcista el año pasado.
El incremento de la tasa de interés era esperado por el mercado mexicano ya que la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) hizo lo propio a finales de julio, con un incremento similar y elevó su tasa en 75 puntos base, colocando su referencial en un rango entre 2.25 y 2.5%. Esto genera presión sobre las decisiones que Banxico tome ya que mayores rendimientos en los bonos estadounidenses disminuyen la demanda de activos financieros locales y por tanto la demanda del peso, lo que podría ocasionar depreciaciones en el tipo de cambio.
Ante los resultados inflacionarios observados en México y el resto del mundo, las previsiones inflacionarias se revisaron al alza hasta el tercer trimestre de 2023 y se pronostica que será hasta el primer trimestre de 2024 cuando la inflación podría volver al rango objetivo establecido por el Banco de México, del 3.0% (+/- 1 punto porcentual). Así, la tasa de interés podría seguir subiendo en los últimos dos trimestre del año, algunos especialistas consideran un 9.0% al cerrar el presente año.