El 28 de septiembre de 2015 la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) resolvió homologar el salario mínimo en todo el país. Para lo anterior, se incrementó la cotización del área geográfica “B” en $1.83 pesos diarios, pasando de $68.28 a $70.10, con lo cual se ubicó en la misma cifra que en el área geográfica A.
A partir del 1° de octubre entró en vigor dicha disposición. Esto significa, que por primer vez en todo el país se utiliza la misma cotización de salario mínimo. Este hecho parece ir en línea con el debate nacional de que es necesario un salario mínimo mayor. Lo anterior, simple y sencillamente porque ganar el salario mínimo en México es sinónimo de pobreza.
¿A cuánto asciende el salario mínimo?
El salario mínimo vigente expresado como ingreso mensual es equivalente a $2,103 pesos aproximadamente. Este indicador es inferior a los niveles mínimos de bienestar publicados por la autoridad en la materia. Cada mes el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) estima el valor de la canasta de bienestar mínimo para las poblaciones rurales y urbanas en México.
Los datos más actualizados a octubre de 2015, indican que son necesarios $1,295.01 pesos mensuales para que una persona pueda alimentarse (obtener todos los nutrientes necesarios) en las áreas rurales del país; asimismo tendría que al menos ganar $2,639.65 pesos al mes para acceder a una canasta de bienestar mínimo, que incluye además de los alimentos, gastos como transporte, educación, recreación, entre otros. En otras palabras, una persona que gana el salario mínimo no puede acceder a esta canasta de bienestar mínimo, por lo tanto, automáticamente se encuentra en una situación de pobreza.
¿Cómo ha evolucionado el salario mínimo?
En un ya lejano 1992, el salario mínimo rondaba los $13 nuevos pesos, que representaban aproximadamente $400 nuevos pesos mensuales, dicha cifra era ligeramente superior al valor de la canasta de bienestar mínimo, $395 nuevos pesos. Es decir, el salario mínimo en aquel entonces era suficiente para poder estar ligeramente por encima de la línea de bienestar mínimo.
Sin embargo, a partir de 1995 el valor de la canasta de bienestar mínimo se ubicó por encima de la cotización del salario mínimo mensual. Desafortunadamente, esta tendencia se continuó en los siguientes años, y cada año se amplía la brecha, situación que ha ocasionado un deterioro en el poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos.
Desde el año 2000, la tasa de crecimiento nominal del salario mínimo ha permanecido relativamente constante, alrededor del 4%. En el mismo periodo de tiempo, el incremento porcentual en diversos años para el valor de la canasta de bienestar mínimo ha sido superior.
Sin embargo, el mayor desequilibrio ocurrió en los años de 1997 y 1999, cuando el salario mínimo fue el mismo que el año anterior, en términos porcentuales en el periodo de tiempo antes señalado el salario mínimo creció 30% en términos nominales, mientras que la canasta de bienestar se incrementó en 44%. En este sentido, es oportuno señalar que en los últimos 24 años, solo en 8 ocasiones (años) el crecimiento porcentual del salario mínimo fue mayor a la variación en el valor de la canasta de bienestar mínimo.
Consideraciones finales: ¿Cuánto debería valer el salario mínimo?
Si el objetivo del Ejecutivo Federal y de los Legisladores es compensar la pérdida de poder adquisitivo acumulado de los trabajadores mexicanos durante los último 20 años, el valor del salario mínimo para 2016 debería ascender a $ 88.10 pesos, esto significaría un crecimiento de 25% con respecto a 2015.
Un incremento de esta magnitud parece poco probable de un año a otro. Sobretodo porque diversos expertos podrían argumentar que un incremento tan fuerte ocasionaría una espiral inflacionaria en la economía mexicana. Sin embargo, en la situación macroeconómica internacional actual, de bajos precios de las materias primas alrededor del mundo (incluso, hay países europeos que están próximos a enfrentarse a problemas de deflación), el efecto inflacionario argumentado podría diluirse, tal y como sucedió con el aumento en los impuestos de la reforma fiscal de 2013.
En resumen, la clase trabajadora ha visto reducido su poder adquisitivo en los últimos 20 años, que los ha expuesto a una situación de vulnerabilidad o pobreza en automático. Aunque es cierto, que un bajo porcentaje de la población gana 1 salario mínimo (13.5% de los trabajadores ocupados), también es cierto que la composición de una familia mexicana tradicional es de 4 miembros. En este sentido, el 39% de los trabajadores mexicanos ganan menos de 2 salarios mínimos (al tercer trimestre de 2015), este porcentaje es similar a la cifra de pobreza que publicó el mismo CONEVAL hace un par de meses: el 42.6% de la población mexicana en 2014 se encontró en situación de pobreza.