La última reforma fiscal en México se aprobó en 2013, para ser implementada a partir del siguiente año. Las modificaciones tributarias realizadas fueron significativas, no solo en el incremento a las tasas impositivas, sino también en la creación de nuevos impuestos y la reducción de deducciones tanto a las personas físicas como morales, entre las que destacan:
- Homologación al 16% en la tasa de IVA en la frontera.
- Disminución en las deducciones personales.
- Impuesto a los dividendos.
- Impuesto a las bebidas saborizadas y comida chatarra.
- Aumento en la tasa de ISR a personas físicas.
- Creación del Régimen de Incorporación Fiscal.
- Entre otras modificaciones.
En general la reforma fiscal de 2014 incrementó la recaudación de los ingresos públicos de la federación, los cuales han compensado en cierto grado la caída de los ingresos petroleros (disminución de precios y producción petrolera). En este tenor, se estima que desde la implementación de esta reforma; la Federación ha recaudado aproximadamente 1 billón de pesos más que con el marco normativo anterior.
Para el próximo año, la Secretaría de Hacienda estima que los ingresos públicos totales se incrementen en 2.2% en términos reales, los cuales ascenderían a unos 5.2 billones de pesos, equivalentes al 22.9% del PIB para 2018. Cabe señalar, que los ingresos públicos se obtienen a través de 3 fuentes recaudatorias:
1. Ingresos del Gobierno Federal, principalmente mediante el cobro de impuestos (ISR, IVA, IEPS, entre otros).
2. Ingresos de Organismos y Empresas, venta de productos y servicios de empresas del estado como: PEMEX, CFE, IMSS, ISSSTE, entre otras.
3. Ingresos Derivados de Financiamientos, es decir, del endeudamiento que realiza el estado como: la colocación de bonos y certificados.
Tanto los ingresos del Gobierno Federal como de los Organismos y Empresas se estima crecerán para el próximo año: 3.8% y 2.9%, respectivamente. Mientras que la adquisición de deuda pública se contempla disminuya 9.4%, en comparación con lo aprobado en 2017.
Actualmente, los impuestos son la principal fuente de ingresos públicos del gobierno, se estima que todo el marco fiscal permite recaudar aproximadamente 3 billones de pesos, equivalentes al 13% del PIB de México. Al interior de los impuestos se espera que tanto la recaudación de ISR como el IVA crezcan en 4.6 y 4.9% respectivamente, para el próximo año. Caso contrario es el IEPS, ya que la disminución en el cobro a las gasolinas ocasionará que en su conjunto la recaudación del IEPS decrezca 5.4%, en comparación con 2017.
La situación fiscal del país se encuentra actualmente en una posición incierta, los ingresos públicos están creciendo pero no lo suficiente para afrontar todas las carencias que subsisten el país. No obstante, para obtener mayores recursos públicos se tendría que incrementar las tasas impositivas, lo cual tampoco es recomendable, ya que los salarios en nuestro país son muy bajos, y un alza impositiva dañaría aún más la economía de las familias mexicanas.
Sin embargo, el contexto fiscal de México se ha vuelto más complejo al conocerse la propuesta de reforma fiscal de Donald Trump, en la cual propone disminuciones significativas en las tasas impositivas que pagan las empresas y personas en los Estados Unidos. Por ejemplo, el presidente estadounidense propone reducir la tasa impositiva a las empresas de un 35% hasta un 20%. Asimismo, pretende reducir las categorías de pago de impuestos de la renta de siete (en la actualidad) a tres: 12 %, 25 % y 35 %, pasando de esta forma el rango máximo de 39% a 35%.
En México, el marco fiscal establece en 30% la tasa de ISR que se cobra a las empresas, es decir, que de aprobarse la reforma fiscal de Donald Trump en México se cobraría 10 puntos porcentuales menos que en los Estados Unidos. Mientras que a las personas físicas las categorías de pago de ISR se ubican entre 1.92% y 35% en México, por lo cual, el rango máximo de ISR se igualaría entre ambos países.
En este sentido, de aprobarse estos cambios fiscales en los Estados Unidos, el diferencial en el cobro de impuestos sobre la renta (ingresos) entre ambas naciones se reduciría significativamente. Por lo que el atractivo de México para la atracción de inversiones disminuiría. Ocasionando que la competitividad del país se viera comprometida.
al de nuestro país, con el objetivo que no pierda competitividad en nuestro país.
Ante este contexto, es oportuno revisar el marco fiscal de México, en especial el pago de ISR, ya que de aprobarse la Reforma Trump sería necesario una reducción en las tasas impositivas. Lo anterior, para que las inversiones actuales no tengan el incentivo de regresar a los Estados Unidos o que las que podrían llegar a nuestro país, decidan instalarse en el vecino del norte.