Suena bonito, pero… Es igual a cambiar oro por espejitos. Aplicado al campo de la política refiere al hecho de no dejarse engañar por falsas promesas de los candidatos, de no caer en la manipulación de las palabras dulcemente esperanzadoras, pero cargadas de mentiras o de hechos que de antemano saben los candidatos que jamás van a cumplir.