El Banco Mundial es el segundo organismo internacional que realiza un recorte al pronóstico de crecimiento de la economía mexicana en el último trimestre del presente año. De acuerdo con el economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, William Maloney, el Producto Interno Bruto (PIB) de México crecerá 1.8% durante 2022 y 1.5% para el siguiente año ante una menor actividad estimada para los Estados Unidos, aunque todavía se descarta una recesión para ambas economías. Comparado con las estimaciones anteriores, el pronóstico de crecimiento se redujo 0.3 puntos porcentuales para 2022 y 0.7 puntos para 2023; mientras que para 2024, la economía mexicana alcanzaría un ritmo de avance del 2.1%.
El documento denominado Nuevos Enfoques para Cerrar la Brecha Fiscal del Banco Mundial refiere que la región de latinoamérica logrará tasas de crecimiento cercanas al 2.1 y 2.3% hasta el 2024, correspondiente al promedio alcanzado durante la última década pero que no son suficientes para mitigar los efectos provocados por la pobreza originada a partir de la pandemia. En 2022, a Latinoamérica le irá mejor en términos de desempeño, pues el Banco Mundial estima que logrará un crecimiento del 3.0%, después de una estimación previa de 2.3%. Sin embargo, la región se ralentizaría el siguiente año con un avance del 1.6% a consecuencia de una disminución en la demanda de materias primas.
Respecto al comportamiento de los precios, el organismo internacional considera que los precios altos serán un huésped que se quedará en la región por varios años con una tasa media cercana al 6%, se espera que los resultados comiencen a verse a mediados del siguiente año pero destaca que la mayoría de los bancos centrales de los países emergentes ha endurecido su política monetaria de tal forma que la caída del crecimiento es inminente en el mediano plazo. Por su parte, considera que el Banco de México ha sido más moderado en los incrementos a su tasa de interés si se compara con países como Chile, Brasil y Colombia.
En línea con lo anterior y ante las previsiones de los organismos internacionales, el gobierno federal anunció una nueva versión del Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), que consiste en otorgar licencia para actividades de importación y distribución de alimentos, dar insumos para envasar alimentos, exentar trámites y permisos, así como eliminar la exportación de maíz blanco, frijol, sardina y chatarra de aluminio que se utiliza para envasar los alimentos. Sin embargo, algunos organismos empresariales coincidieron en que tales medidas podrían implicar riesgos a la salud de los consumidores, pues se relajan las medidas de revisión sanitaria, así como complicaciones con las exportaciones inscritas bajo los acuerdos comerciales signados por México con otros países.