El Día de Muertos es una de las tradiciones mexicanas más arraigadas entre los habitantes del país. Durante los primeros días del mes de noviembre, la gran mayoría de los hogares mexicanos prepara una ofrenda pues se cree que los familiares difuntos visitan los hogares y presentar los platillos es una manera de honrar su memoria. De acuerdo con el Gabinete de Comunicación Estratégica de la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, el 73.6% de las familias en el país realizan actividades relacionadas a la celebración del Día de Muertos durante el mes de noviembre.
Aunque lo más común es que los mexicanos pongan una ofrenda en sus hogares, el 13.6% considera de más importancia realizar una visita a los cementerios, el 13.1% prioriza los retratos de sus familiares difuntos, 8.3% prefiere las calaveritas o dulces de muertos, el 6.1% le gusta adornar con cempasúchil. Para el 3.3% de los mexicanos es más relevante la Catrina, el 3.1% prefiere la comida, 2.3% el pan de muerto, 1.6% destaca la muerte, 1.3% opta por los disfraces y 1.3% los rezos. Al 70% de los mexicanos les gustaría que llegado el momento, sus familias les montaran ofrenda en estas fechas.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), los mexicanos gastan un promedio de 934.55 pesos para colocar su ofrenda. Un análisis de la empresa Kantar Worldpanel dice que al 25% de las familias mexicanas les gusta seguir comprando calaveritas de azúcar o chocolate para las ofrendas del Día de Muertos. El 40% de los mexicanos utilizará sus ingresos propios para pagar los costos de las celebraciones, mientras que un 20% cuenta con ahorros para la ocasión, un 20% utilizará la tarjeta de crédito y un 20% conseguirá dinero de otras fuentes para las celebraciones.
A diferencia del año 2021, cuando el costo de la ofrenda promediaba los 550 pesos, la inflación del último año provocó que el costo incrementara un 69.9%. Así, la corona de flor de cempasúchil pasó de costar 1,700 pesos en 2021 a 2000 pesos en 2022. Las veladoras, uno de los elementos principales dentro de las ofrendas, aumentó sus precios en 37.1%, el precio del papel picado se duplicó, el pan de muerto se encareció un 96.6%, el pan de muerto relleno subió 66.6%. Los cobros por el mantenimiento del panteón se mantuvieron alrededor de los 800 pesos y sin cambios entre un año y otro; sin embargo, los servicios por jardinería en los panteones subieron de 350 a 500 pesos, lo que representa un encarecimiento de 42.8%.
Cabe mencionar que aunque es una celebración bastante popular, el tema de la muerte es un tabú pues el 98.5% de los mexicanos no tienen una previsión funeraria.