Donald Trump y su amenaza de cerrar la frontera. ¿Peligroso para México?

 

RODRIGO SÁNCHEZ (UNIVERSITY OF MELBOURNE)

ANALISTA INVITADO

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó en 2016 a la presidencia de su país con una bandera que dividió opiniones en el mundo: la construcción de un muro en la frontera con México. Pese a que la concreción de su idílica promesa aún no llega, el mandatario y magnate de bienes raíces no ha parado en sus intentos por hacer realidad su sueño de levantar una barda ‘impenetrable’ para los migrantes.

 

Apenas el viernes pasado,a través de su cuenta de Twitter, Trump clamó que cerraría de forma ‘indefinida’ la frontera con México esta semana si no se detenía la inmigración indocumentada hacia Estados Unidos. A diferencia de otras ocasiones, en las que el mandatario amedrenta a su país vecino, esta vez le puso fecha a su amenaza.

 

En respuesta a lo que parecía ser otro de los arranques de ‘The Donald’, el canciller Marcelo Ebrard utilizó los medios de Trump y respondió. El presidente López Obrador, por su parte, se limitó a hacer mención de los hechos en su conferencia matutina del miércoles y dijo “No quiero adelantar vísperas. No vamos a confrontarnos con el gobierno de Estados Unidos”; en tanto, un fúrico Trump empieza a tomar acción para cerrar algunos puntos fronterizos.

 

 

La actividad online de Trump no ha parado desde la semana pasada. En otra publicación hecha a través de su red social favorita, el líder estadounidense se fue en contra de México y escribió, con el argumento que repite incansablemente, que “los demócratas nos han dado las leyes de inmigración más débiles del mundo. México tiene las más fuertes y hacen cerca de 100 mil millones de dólares anuales a nuestras costillas. El Congreso debe cambiar nuestras leyes ahora y México debe de prevenir que los inmigrantes indocumentados sigan cruzando la frontera (…) Además perdemos tanto dinero con ellos, especialmente si agregas el tráfico de drogas, que cerrar la frontera sería algo bueno”.

 

 

La postura del gobierno de la cuarta transformación, encabezado por AMLO, ha sido tibia. Mientras que, hace apenas unos días, se dio a conocer que el presidente de México pidió vehementemente a España y a El Vaticano una disculpa por los atropellos cometidos durante la etapa de conquista, con el tema Trump, que es un agravio contemporáneo y vigente en términos socioeconómicos, se ha evitado la confrontación. Es importante destacar que el lopezobradorismo ha preferido callar a los insultos del mandatario estadounidense con el objetivo de evitar heridas con el vecino país.

 

¿Se debe tomar con ligereza?

Pese a que la actual administración prefiere el silencio y evitar la confrontación, en la creencia de que Trump es un personaje cuyo discurso rara vez trasciende sus hilos de Twitter, expertos opinan que la situación se podría salir de control dejando un amargo sabor de boca para México.

 

En un artículo publicado por el medio de finanzas EL CEO, la periodista Carmen Luna explica que, de cumplirse las amenazas del polémico mandatario, la economía mexicana podría resentir pérdidas por alrededor de 1,155 millones de dólares diarios, lo que equivaldría al 0.05% del PIB mexicano y 0.006% del producto interno bruto estadounidense, de acuerdo con el Banco Base.

 

Por otra parte, Trump tiene la sartén por el mango. Este jueves, en medio de la zozobra que generan sus amenazantes tuits, el presidente volvió a la carga y sugirió que Estados Unidos empezaría a cobrar aranceles a los vehículos mexicanos; una movida que podría implicar un impuesto de 25% a estos.

 

A Trump nada le impide cerrar la frontera

Aunque cerrar la frontera implicaría para Trump violar acuerdos del Tratado Internacional de Refugiados, legalmente nada impediría que el líder estadounidense pudiera tomar acciones para cerrar puntos a lo largo de la frontera que divide a su país de México. Sin embargo, la catástrofe económica golpearía a ambas naciones, siendo la nuestra la más afectada por la poca diversidad de exportación que tiene.

 

AMLO: un enfoque diplomático cuestionable

Mientras que las pedradas que avienta Trump ya empiezan a causar nerviosismo en la industria mexicana, principalmente la automotriz, el gobierno de López Obrador se mantiene tranquilo, evitando la guerra de declaraciones y sin postura clara. La continuidad de esta estrategia se podría ver rebasada en caso de que Estados Unidos cumpliera su fatídica promesa.

 

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