La crisis política en el Perú

 

 

El día miércoles 7 de diciembre, el entonces presidente del Perú, Pedro Castillo, realizó un comunicado para disolver el Congreso peruano e instar a la creación de un gobierno de excepción, lo que generó enorme preocupación e incertidumbre entre los propios ciudadanos peruanos y en los países de latinoamérica, así como en la Organización de las Naciones Unidas, misma que condenó todo intento de subvertir el órden democrático en el país andino. Horas después, el comunicado fue catalogado como golpe de Estado y Pedro Castillo fue puesto a disposición de la Policía Nacional de Perú en espera de que se resuelva su situación.

Pero, ¿cómo fue que la situación escaló tan alto? Desde que Pedro Castillo asumió la presidencia a mediados de 2021, su gobierno ha atravesado diversas crisis, mismas que le obligaron a nombrar cinco gabinetes en tan sólo año y medio de gobierno, lo que significó un total de 80 reemplazos de funcionarios públicos. La oposición en el Congreso de Perú tenía programada una sesión el día de ayer para intentar sacarlo del poder, por tercera vez, declarando su vacancia del cargo por permanente incapacidad moral para gobernar.

Y es que sobre el ahora exmandatario pesan diversas acusaciones de corrupción que lo involucran directamente a él y a miembros de su familia. Incluso, desde octubre pasado, la Fiscalía peruana interpuso una denuncia constitucional en la que se le acusa de liderar una organización criminal dedicada a enriquecerse con contratos del Estado y de obstruir las investigaciones. Al parecer el exmandatario intentó adelantarse a las determinaciones del Poder Legislativo y desde su discurso lo disolvió junto con el Poder Judicial y con sus instituciones.

El plan de Castillo, de acuerdo con lo que menciona en su comunicado, era instaurar un gobierno de emergencia, llamar a elecciones para integrar un nuevo Congreso que tuviera facultades constituyentes para crear una nueva Constitución Política, todo en un plazo máximo de nueve meses y bajo el tenor de un toque de queda desde las 10 de la noche y hasta las 4 de la mañana del día siguiente. Pese a las determinaciones de Castillo, el Ejército Peruano y la Policía Nacional se dijeron a favor de las instituciones peruanas, lo que permitió evitar el posible nacimiento de una nueva dictadura en Latinoamérica.

Cabe señalar que desde 2018 Perú suma seis presidentes en el poder. De acuerdo con especialistas, la rotación de altos funcionarios se explica por el diseño institucional del país, el cual posibilita que tanto el Congreso como el presidente puedan anularse mutuamente. La vicepresidenta Dina Boluarte será quien sustituya a Castillo; sin embargo, hasta el momento se niega a realizar elecciones para renovar el ejecutivo federal. Tanto Castillo como Boluarte se alinean con la ideología socialista.

 

 

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