La Inversión Extranjera Directa como Elemento Estratégico para el Desarrollo Regional

La atracción de inversión extranjera directa se ha convertido en un elemento importante para el desarrollo de muchos países, en especial aquellos con economías emergentes. A partir de la firma del TLCAN, la captación de inversión extranjera directa en México ha sido un indicador muy recurrido por el gobierno federal y por gobiernos locales para dar ejemplo de lo atractiva que es nuestra economía para muchas empresas multinacionales.

A nivel internacional se han adoptado diferentes estrategias para promover el establecimiento de inversión en determinados territorios, creando una férrea competencia entre países, regiones y gobiernos locales. Entre las más comunes se pueden mencionar las exenciones fiscales, usufructo de bienes raíces, bajos costos salariales de la mano de obra y laxas condiciones laborales y algunos otros aspectos que se contraponen al nuevo paradigma de la inteligencia competitiva cuyo fundamento es el valor agregado.

No hay duda de que muchos inversionistas extranjeros reaccionan positivamente a estos incentivos y apoyos económicos tradicionales que ofrecen los distintos gobiernos en su afán por atraer mayores inversiones. En este intercambio, ambas partes resultan beneficiadas, pero sólo en el corto plazo. Por un lado, los gobernantes utilizan las cifras brutas de captación de inversión extranjera como un indicador de progreso y desarrollo, mientras que las empresas que deciden trasladar su capital a otros países disfrutan de atractivos “descuentos” en los costos de instalación y de operación. No obstante, y sobre todo en nuestro país, al tiempo es posible comprobar cómo muchas de estas inversiones sólo representan beneficios en términos de empleo y capital; en otras palabras, son inversiones que se encuentran desvinculadas de las cadenas productivas locales y regionales; y, en casos más graves, se convierten en una fuerte competencia para algunas pequeñas y medianas empresas locales.

Un gran enemigo del desarrollo regional es la falta de planeación, o mejor dicho, la carencia de una política integral de captación extranjera directa. Con el paso del tiempo y con la consolidación del paradigma de la ventaja competitiva, los gobiernos buscan otras estrategias diferentes al “precio de ganga” para atraer inversiones que sean productivas tanto para las empresas extranjeras como para las economías de las regiones. A la fecha, muchos países se han dado cuenta que más allá de la cantidad de inversiones que puedan captar, el factor determinante es identificar aquellas que cuentan con el potencial de complementar y fortalecer sus cadenas productivas locales; o bien, que puedan armonizarse con sus líneas estratégicas de desarrollo. De esta forma, países como Chile, Irlanda y República Checa, sólo por mencionar algunos, han diseñado un marco institucional y jurídico especializado en atraer este tipo de inversiones y en vincular la economía local con las empresas extranjeras que se decidan instalar en alguna(s) de sus distintas regiones.

En México el factor de la inversión extranjera directa ha cobrado una gran relevancia desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. A la fecha, tanto el gobierno federal como gobernadores de entidades federativas muestran cifras de los montos de inversión que se han logrado captar a través de distintas estrategias de promoción basadas principalmente en el otorgamiento de incentivos. A pesar de estos esfuerzos, la IED no sólo ha declinado en los últimos años en el país, sino también, ha mostrado en ocasiones poca efectividad en vincularse con economías locales.

En nuestro país, ProMéxico ha sido la entidad responsable de promover la captación de inversión extranjera y coordinarse con las entidades federativas en esta labor. No obstante, es importante fortalecer las estrategias emprendidas por esta institución y las entidades federativas para establecer una focalización efectiva de las inversiones y coadyuvar en el desarrollo de las distintas regiones del país a través de una mejor vinculación entre las empresas y las economías locales.

Es importante que desde el Gobierno Federal se fortalezca la estrategia nacional de captación extranjera directa y focalizarla hacia aquellas zonas del país que cuentan con la base de recursos e infraestructura más pertinente para desarrollar determinadas actividades económicas. Además de esta georeferenciación de las inversiones, se deben apoyar y brindar incentivos especiales a aquellas que promuevan el encadenamiento productivo (clusters) e impulsen la economía regional; o bien, reactiven sectores económicos en etapa de declinación.

Entre los beneficios de adoptar este tipo de enfoque a las estrategias de captación de inversión extranjera tanto a nivel federal como de las entidades federativas se encuentran:

  • Fortalecimiento de las estrategias desarrolladas por la Presidencia de la República, ProMéxico, la Secretaría de Economía y los gobiernos locales para atraer inversión extranjera directa que coadyuve al desarrollo nacional y regional.
  • Brindar servicios de valor agregado a aquellos inversionistas que buscan en los mercados internacionales opciones de negocios.
  • Brindar mayor certidumbre a las inversiones provenientes de otros países.
  • Organizar y planificar de forma estratégica los esfuerzos que se realizan a nivel federal y estatal por captar inversiones extranjeras.
  • Institucionalizar y reglamentar mecanismos de subsidios e incentivos económicos con criterios establecidos.

Es importante mencionar que tanto ProMéxico como algunas entidades federativas como Nuevo León, Chihuahua, Querétaro, sólo por mencionar algunas, han comenzado a integrar estrategias y programas bajo un enfoque estratégico de desarrollo regional para la captación de inversión extranjera*. Es importante utilizar este recurso para fortalecer las cadenas productivas existentes en el país y brindar mayor certidumbre a los inversionistas extranjeros, focalizando su capital hacia los lugares donde cuentan con el mejor ecosistema para que este fructifique y prospere.

En Grupo Sustava hemos desarrollado una estrategia de Soft Landing alineado a las estrategias desarrolladas a nivel federal para capitalizar la inversión extranjera directa que llega al país. Esta estrategia se resumen en las siguientes fases:

Etapa 1: Inteligencia regional: Se identifican las actividades económicas más relevantes de cada una de las entidades del país, así como aquellas que se encuentran en etapa de declinación. Posteriormente, se lleva a cabo un diagnóstico y análisis de los encadenamientos productivos de estas actividades económicas identificadas.

Etapa 2: Modelo de Inversión: Se determinan las mejores guías de ruta o focalización de la inversión a través de la georeferenciación y un paquete de incentivos.

Etapa 3: Acompañamiento: Asesoría en materia legal, aduanal, impuestos, regulaciones laborales o legislación ambiental.

Etapa 4: Safe Landing y Post Landing: Asimilación de la empresa extranjera dentro de la economía local y fortalecimiento de cadenas productivas (expansión de operaciones).

*Un ejemplo es el caso de Nuevo León, entidad federativa que cuenta con la Ley de Inversión Extranjera Estatal y cuyo objetivo es abrir la llave de los incentivos sólo a aquellos proyectos que formen parte de los nueve sectores estratégicos que impulsan la economía del estado: automotriz, manufactura avanzada, electrodomésticos, nanotecnología, biotecnología, aeronáutica, tecnología de la información, vivienda y agroindustria”.

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