La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un informe titulado Construyendo Confianza para Fortalecer la Democracia, cuyo propósito principal es identificar los factores que impulsan la confianza en las instituciones públicas para que los gobiernos puedan entender las causas que motivan la duda de los ciudadanos en actividades gubernamentales, así como aquellas áreas en las que confían y lograr subsanar las diferencias entre unas y otras.
El informe concluye en que la mayoría de los ciudadanos consideran confiable a su gobierno pues en promedio las personas señalan que incluso en tiempos de crisis sus gobiernos logran proporcionar servicios públicos como educación (57.6%), atención médica (61.7%), acceso a la información sobre procedimientos administrativos (65.1%) y protección de datos personales (51.1%) y lo hacen de manera efectiva. Únicamente al 32.6% de los ciudadanos consultados les preocupa que los gobiernos no estén preparados para una futura pandemia.
También refiere que la confianza de la ciudadanía varía entre cada institución; es decir, mientras que en promedio el 67.1% de los ciudadanos confía en la policía, el 56.9% en los tribunales de justicia, el 50.2% en la administración pública y el 46.9% en los gobiernos locales. En contraste, sólo el 41.4% de los ciudadanos confía en los gobiernos nacionales (federales en el caso de México), así como un 39.4% en las legislaturas.
Adicionalmente, el informe sugiere que los gobiernos podrían responder de una manera más eficiente a las preocupaciones ciudadanas y atacar los problemas que se consideran más importantes para ellos, como el cambio climático. Poco más de la mitad de los ciudadanos (50.4% en promedio), piensa que su gobierno debería hacer más para reducir el cambio climático, mientras que un 35.5% considera que el gobierno logrará efectivamente reducir las contribuciones nacionales al cambio climático y menos de una tercera parte (30.2%) de los encuestados piensa que su opinión tendrá algún tipo de eco en las decisiones que tome el gobierno.
El análisis destaca que los grupos desfavorecidos que perciben o que tienen menor acceso real a las oportunidades y a opinar confían menos en sus gobiernos. Las mujeres, las personas con menor grado de educación e ingresos, así como los jóvenes tienen menos confianza (10 puntos porcentuales menos) que los hombres adultos. Además, la integridad de los gobiernos se identifica como un problema, casi la mitad de los ciudadanos encuestados (47.8%) piensa que un funcionario público de alto nivel accedería a realizar un favor político a cambio de una oferta de empleo bien remunerado en el sector privado.