Sabemos que manejar una crisis implica llevar a cabo estrategias informativas y comunicacionales, con el fin de evitar una situación de conflicto. Actuar de manera reactiva ante situaciones inesperadas generalmente trae pérdidas y mayores problemas; en cambio, debemos aprovechar estos momentos como grandes oportunidades para salir más fortalecidos, a través de un plan de crisis integrado por los siguientes elementos:
- Detección de señales de alarma.
- Evaluación de riesgos.
- Plan de acción (posibles escenarios).