El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), en colaboración con la propatech LaHaus, realizó un estudio titulado “Enfrentar el desafío de la vivienda en América Latina” que revela la necesidad de construcción de al menos 800 mil viviendas anuales si México desea combatir el déficit habitacional cercano a los 2.2 millones de hogares en territorio nacional, lo cual se extrapola a un total de 16 millones de viviendas a lo largo de dos décadas. Adicionalmente, refiere que el gobierno mexicano necesita aumentar la inversión en construcción a un equivalente del 1% del valor del Producto Interno Bruto (PIB) anual.
El objetivo del MIT al realizar este informe es contribuir a los procesos de desarrollo de políticas públicas del sector inmobiliario en México y Colombia. El documento señala que en la región existen 100 millones de personas que habitan en viviendas informales o que no tienen acceso a una vivienda digna. De acuerdo con Albert Saiz, profesor asociado del MIT y coautor del estudio, Latinoamérica ha sufrido un déficit histórico de vivienda cualitativa (viviendas que requieren mejoras para cubrir los estándares mínimos de habitabilidad); así como de cuantitativa (sustitución de fracciones existentes). El autor reconoce que parte del problema se genera a partir de la volatilidad macroeconómica y el escaso crecimiento del Producto Interno Bruto en las últimas décadas.
El crecimiento económico lento, en comparación con el crecimiento poblacional y el desempeño de las economías desarrolladas, combinado con una creciente desigualdad de ingresos, provocó que una parte considerable de la población tuviera dificultades para acceder a una vivienda formal de calidad. Ante tal escenario, el estudio reconoce que los mercados financieros de muchos países de Latinoamérica requieren una profundización de sus actividades a fin de atender las necesidades de los hogares.
Para lograr ese objetivo, el MIT señala que es primordial aumentar el acceso a los productos bancarios y los créditos entre los segmentos de trabajadores informales y los pobres, además de mantener la estabilidad macroeconómica, proteger los derechos de las entidades crediticias, así como fomentar la competencia. El MIT estima que el stock de viviendas en Querétaro, Nuevo León, Tijuana y Toluca crecerá a un ritmo más rápido que lo observado en el Valle de México, Monterrey y Guadalajara. ya que presentan un crecimiento exponencial en comparación con el que las principales ciudades del país han alcanzado. El estudio concluye diciendo que es necesario que el gobierno y la industria inmobiliaria colaboren para desarrollar estrategias que mejoren el plan de vivienda y la calidad de vida de la población.