El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) actualizó su boletín de prensa en el que informa sobre las perspectivas económicas para México. De acuerdo con la dirección del IMEF, el panorama económico global es confuso y difícil de pronosticar dada la confluencia de diversos factores de gran impacto. En general, la economía enfrenta un entorno adverso condicionado por intereses geopolíticos anacrónicos que minan la cooperación internacional, al mismo tiempo que la inflación se posiciona como la principal amenaza para el poder adquisitivo y los mercados financieros.
Para el IMEF, diversos bancos centrales iniciaron tarde su estrategia para controlar la inflación pues la lectura de la mayoría de ellos es que se trataba de un proceso transitorio; ahora que sus políticas monetarias son restrictivas, los mercados requieren tiempo para anclar sus expectativas de mediano plazo. De manera agregada, la economía se ha debilitado pero a la vez muestra contrastes, Estados Unidos es un buen ejemplo, pues acumula dos trimestres consecutivos con caídas de su Producto Interno Bruto, pero su mercado laboral se mantiene en crecimiento generando empleos a un ritmo acelerado y por encima de las estimaciones del mercado.
Para los analistas del IMEF, es claro que la Reserva Federal, así como los bancos centrales de los países desarrollados, continuarán endureciendo sus políticas monetarias para abatir los ciclos inflacionistas, la pregunta es hasta qué punto elevarán las tasas de interés, ya que de eso dependerá que la economía real se reactive o continúen los estímulos que la ralentizan. Adicionalmente, se prevé que en el mes de diciembre se presenten nuevos incrementos en el precio internacional de los combustibles, pues Europa dejaría de contar con el suministro Ruso, lo que ocasionará descompensaciones entre la oferta y la demanda que provocarán un impacto inflacionario.
En el caso de México y a la luz de los indicadores más recientes, la economía da muestras de estancamiento. El entorno de los negocios se percibe deteriorado, no sólo por las condiciones globales, sino por algunas decisiones de política pública. En materia de expectativas, el Producto Interno Bruto de México crecería un 1.9% durante 2022, una décima de punto porcentual por encima de la estimación inmediata anterior, de 1.8%. La inflación cerraría el año en un nivel de 7.9%; es decir, ligeramente superior a la estimación previa, de 7.7%. Para el año siguiente, la economía mexicana crecería a ritmo de 1.4%, IMEF advierte que el país requiere al menos un avance del 2.0% para atender de manera adecuada las necesidades de la población. La inflación se ubicaría en 4.7% durante 2023 y la tasa de interés registraría un promedio de 9.0%. Se estima que la creación de empleo formal sea de unos 409 mil 351 puestos de trabajo, es decir, unos 30 mil 649 menos que los estimados anteriormente.