Término que aparece por primera vez en la obra académica del fisiólogo chileno Alejandro Lipschutz, quien a partir de un análisis socio-histórico en el que observó una relación entre el pigmento de la piel de las personas y los prejuicios que se generan hacia aquellos con un color más oscuro, traía como consecuencia una posición social jerárquica más baja para éstos. Podemos observar claros ejemplos de este concepto en regiones como en África, el sudeste asiático, India, Latinoamérica y EE. UU. Como resultado aquello con un color de piel más oscuro son privados del derecho de trato en condiciones de igualdad, de la no dominación y de la no discriminación racial.