Reducción de la inflación: el caso de Brasil

 

 

Brasil es el único país de la región que ha logrado abatir los repuntes inflacionarios que caracterizaron el comportamiento de los niveles de precio en la mayoría de las economías de latinoamérica, por no decir que en todas. De acuerdo con el Instituto de Estadísticas Oficiales de Brasil (IBGE), el índice de precios al consumidor se redujo 0.68% entre el mes de junio y julio de 2022, su mayor descenso desde que se tienen registros en la serie histórica de 1980 y la primera deflación desde mayo de 2020. 

De acuerdo con los expertos, el resultado brasileño de la inflación responde a la aplicación de lo que podrían llamarse medidas ortodoxas, caracterizadas por el incremento de las tasas de interés y por la reducción de impuestos a los combustibles de manera temporal, además de recortes a las tasas impositivas de bienes industriales que realizó el gobierno de Jair Bolsonaro y que no son temporales. Otro de los factores que ayudó a los resultados observados es la mejora de las lluvias, lo que trajo efectos positivos sobre la producción de las represas hidroeléctricas y las facturas de la electricidad.  Por su parte, se estima que las tasas de interés alcancen los 14 puntos porcentuales al cierre del presente año. 

Al concluir 2020, Brasil registró una inflación de 4.5%, mientras que en 2021 alcanzó los 10.1%, se estima que el presente año cierre alrededor de los 8 puntos porcentuales, mientras que el mercado pronostica una tasa inflacionaria de 4.7% en 2023. Los resultados contrastan con lo que ocurre en la Argentina que concluyó el primer año de la pandemia con una tasa inflacionaria de 36.1%, en 2021 fue de 50.9% y se prevé que cierre 2022 con una tasa de crecimiento del 100%; mientras que en 2023 se ubicaría en 62%. 

Dados los resultados, el Ministerio de Economía de Brasil elevó el pronóstico de crecimiento económico para el ejercicio fiscal 2022, con una previsión de 2.7%, desde una estimación previa de 2.0%. Esto se explica por los resultados del primer y segundo trimestre del año, cuando la economía brasileña reportó avances del orden de 1.1 y 1.2% de manera respectiva, lo que a su vez significó un incremento del 2.5% durante el primer semestre del año. 

Analistas indican que las medidas implementadas por el gobierno brasileño podrían redundar en incrementos del déficit fiscal y generar una mayor desaceleración de la actividad económica. No obstante, Brasil reporta un panorama de crecimiento en el mediano plazo y de disminución de precios debido a la reducción de las tasas impositivas. En comparación, México ha optado por aumentar la recaudación fiscal del año siguiente, no incrementa la cantidad de impuestos ni las tasas impositivas pero tampoco las reduce. Veremos si la inflación responde como en el caso brasileño.

 

 

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