A inicios del mes de julio, el Banco de México publicó que el envío de remesas a México de parte de connacionales que viven en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos, aumentó en un 16.8%. Situación que sorprendió a los mercados ya que el contexto económico vigente se caracteriza por elevados niveles inflacionarios, lo que implica menor poder de compra reducido; así como el nerviosismo por una posible recesión económica en el mercado más grande del mundo, la unión americana. En el periodo que va de enero a mayo de 2022, los paisanos mexicanos radicados en los Estados Unidos enviaron un total de 22 mil 412 millones de dólares a sus familiares en México, cifra que representa un incremento del 16.8% si se compara con el acumulado en el mismo periodo del año anterior.
Así, el envío de remesas registra un nuevo monto histórico y acumula 25 meses consecutivos mostrando incrementos anuales. Algunos especialistas en mercados de divisas refieren que el peso mexicano ha experimentado una apreciación durante la primera mitad del año gracias al envío de remesas y al fortalecimiento de las exportaciones de mercancías. Si se observa el acumulado de los últimos 12 meses, las remesas alcanzan un total de 54 mil 808 millones de dólares. El aumento también se explica porque el mes de mayo suele reportar un aumento de los envíos de dinero, por la celebración del Día de las Madres, de acuerdo con analistas, se perciben 17% más recursos en comparación con otros meses del año.
Aunque los datos de las remesas son un incentivo importante para reactivar el consumo de las familias mexicanas y con ello inyectar dinamismo a la economía nacional, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) considera insuficiente el efecto de las mismas, así como el gasto público ejercido, para que las actividades económicas muestren los niveles que se registraban antes de que iniciara la pandemia. Además, el presidente del CEESP, Carlos Hurtado López, dijo que el flujo de remesas no se relacionan con algún acierto de política pública emprendido por la administración actual, sino que describen una realidad que demuestra la amplia diferencia entre los recursos de los que disponen las familias en los Estados Unidos, beneficiadas por los programas de apoyos otorgados por su gobierno, y la de los mexicanos, que escasamente han recibido transferencias del gobierno.
El CEESP pide que el gobierno trabaje para reactivar la inversión, pues será la única manera en que la economía alcance los niveles de recuperación necesarios para evitar un estancamiento. Para ellos, será necesario contribuir con un entorno de certidumbre, abatir los índices de inseguridad pública, desmantelar las regulaciones excesivas y evitar la precarización del mercado laboral, entre otras cosas. El INEGI confirmó recientemente que la economía creció 1.0% durante el primer trimestre del año.