Seguridad social para Trabajadores del Hogar

 

MÓNICA ESCOBEDO

 

Hace poco, la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció como inconstitucional la exclusión de los servicios y prestaciones del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) a los Trabajadores del Hogar, por ello instruyó a este organismo a realizar las acciones pertinentes para incluirlos al esquema de Seguridad Social.

 

A partir del 1 de abril, el IMSS implementó el programa piloto para las Trabajadores del Hogar, lo que les permitirá contar con prestaciones como los servicios de salud, ahorro para el retiro, acceso a guarderías, entre otros.

 

De acuerdo a las cifras reportadas por el IMSS, en el país existen 2.4 millones de personas trabajadoras del hogar, de los cuales el 95% son mujeres, y en su mayoría carecen de seguridad social. Asimismo, las trabajadoras del hogar representan una gran parte de lo que se conoce como empleo informal, que, por ende, es un sector vulnerable.

 

Estas personas trabajan, en muchos casos, en hogares sin condiciones laborales definidas, sin prestaciones, con extenuantes cargas de trabajo y extensos horarios. Generalmente las labores que realizan incluyen la limpieza de la casa, la cocina, el lavado y planchado de ropa, e incluso se deja a su cuidado a los hijos, los abuelos y hasta las mascotas. Todas estas responsabilidades por un mismo precio.

 

El trabajo doméstico tiene una gran carga histórica de género, ya que aún en muchos sectores sociales se concibe el trabajo de casa como una actividad exclusiva de la mujer. Todavía, hoy por hoy, se percibe el trabajo que se hace en casa como una labor para las esposas, algo que conlleva una carga negativa debido al contexto socio-cultural.

 

Por todo esto, el anuncio de un programa de seguridad social para este grupo es realmente importante, no solo por el simple hecho de brindarlo, sino por dar el reconocimiento a un trabajo que durante siglos ha sido mal pagado, mal agradecido y rodeado de tratos indignantes y abusivos hacia las personas que ofrecen sus servicios.

 

Seguramente serán muchas las trabajadoras del hogar que querrán acceder a este beneficio, pero también serán muchos los “patrones” que se negarán a inscribirlas al IMSS. ¿Por qué? Principalmente porque con este trámite se adquiere, como empleador o patrón, un compromiso hacia estas personas, pues obtendrán seguridad sobre sus derechos laborales, tales como horarios, el pago de aguinaldo y liquidación en caso de despido, prestaciones justas que significarían tratarlas en igualdad de condiciones con el resto de los trabajadores.

 

Este nuevo esquema de relación laboral con las trabajadoras del hogar es todo un reto para romper con viejas y malas prácticas hacia estas personas. Si el gobierno busca que este programa llegue para quedarse, deberá pensar en otorgar estímulos que incentiven a los Patrones a realizar el trámite ante IMSS, beneficios que podrían ser de tipo fiscal.

 

Es un gran comienzo, esperemos que funcione este programa piloto, de cualquier forma el IMSS no tiene opción, este nuevo esquema debe continuar, pues se trata de un mandato de la Suprema Corte de Justicia.

 

Por otro lado, ya que se ha iniciado este proceso, podría ser un buen momento para proponer al IMSS que incorpore en este nuevo esquema a los trabajadores que se desempeñan como choferes, mozos y jardineros, quienes también forman parte de un grupo vulnerable. ¿Qué tal?

 

Suscríbete para más artículos

Compartir en: