“Mijito, tú que eres político, ven y lávame estos sesos de animal para la comida”.
Se usa este concepto para indicar que alguien ha abandonado sus ideas y ha adoptado las de otro, llámese doctrina religiosa, ideales políticos, prácticas alimenticias, etc. La frase es casi siempre un reclamo donde se asume que el cambio ideológico implementado no es positivo. Por ejemplo: Si alguien que haya crecido en el seno de una familia bastante acomodada tiene comportamientos de rechazo hacia este estilo de vida, puede que se le recrimine y asuma que le han “lavado el cerebro”. Lo mismo puede ocurrir para quienes cambian de religión o partido político.