Mientras que la deuda del sector público federal, en su versión más amplia, alcanza casi el 50% del valor del PIB, el municipio de Querétaro ha logrado liquidar el total de sus obligaciones financieras, así se convierte en el primer municipio, de los casi 2,500 que conforman el país, en lograr dicho cometido. Además, esto sienta un precedente para la implementación de buenas prácticas gubernamentales desde los niveles de gobierno más básicos. La liquidación de la deuda se logró gracias a la implementación de dichas prácticas, mismas que se centraron en una reclasificación y priorización de las obligaciones financieras del municipio para poder solventarlas.

 

Esta situación resulta interesante, ya que, acorde con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la deuda pública de los municipios se ha incrementado alrededor de 102.1 % en términos reales durante la última década, pues pasó de un monto total de $16,901.1 millones de pesos (mdp) al cierre de 2007, a $51 407.4 mdp al concluir el cuarto trimestre de 2017. Así, el promedio anual del crecimiento de la deuda de los municipios durante dicha década ha sido del 7.3 %, crecimiento que se acentuó a partir de la crisis financiera de 2008.

 

Adicional a ello, la deuda de los municipios observó un nuevo aceleramiento a partir del último trimestre de 2016 y hasta 2017, pese a que en 2016 se aprobó la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y Municipios, que tiene como propósito promover las finanzas públicas locales sostenibles, obligar el uso de reglas de disciplina financiera, manejar de manera responsable la deuda pública, así como fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas en las entidades.

 

 

Del saldo total de las obligaciones financieras de los municipios, el 48.0 % tiene como acreedor a la banca múltiple, seguido del 44.8 % de la banca de desarrollo, el 2.7 % se obtiene de emisiones bursátiles y el restante 4.5 % viene de otros conceptos, como fideicomisos.

 

Entre los municipios más endeudados del país se encuentran Tijuana, Baja California (2 mil 681.9 mdp); Guadalajara, Jalisco (2 mil 267.2 mdp); Monterrey, Nuevo León (1 mil 969.1 mdp); Hermosillo, Sonora (1 mil 836.0 mdp); León, Guanajuato (1 mil 273.7 mdp); Benito Juárez, Quintana Roo (1 mil 165.2 mdp); Mexicali, Baja California (1 mil 051.2 mdp); y Zapopan, Jalisco (1 mil 020.8 mdp). Estos municipios superan los mil millones de pesos en deuda.

 

El que nada debe… vive en Querétaro

 

A diferencia de los municipios enlistados arriba, el municipio de Querétaro realizó una reingeniería financiera completa e innovó su sistema de recaudación tributaria, de modo tal que los ingresos se incrementaron en un 82 % entre 2013 y 2016, primer año de cada administración municipal. Este resultado permitió que el municipio de Querétaro cuente con una autonomía financiera del 64 % de ingresos propios respecto a sus ingresos totales.

 

En adición, el ayuntamiento queretano implementó un Modelo de Gestión de Resultados que fortaleció la eficacia y eficiencia en la administración de los recursos públicos del municipio. Prueba de ello es que la SHCP emitió un reconocimiento por ser el primer municipio del país en utilizar esta herramienta y señaló que su uso garantiza la solidez y transparencia de las finanzas públicas del municipio.

 

Los beneficios que la ciudadanía obtiene de todo esto se resumen en el incremento de la calidad de vida, pues la transformación de la gestión municipal ahora prioriza el desarrollo de proyectos sostenibles, mismos que favorecen el crecimiento económico de la entidad por encima del promedio nacional, así como del PIB per cápita y de los ingresos propios. Además, el municipio se vuelve atractivo para la inversión de nuevos capitales, nacionales e internacionales, al ser un referente de certidumbre financiera en la administración pública.

 

Si bien es cierto que deuda no siempre es sinónimo de problemas, es importante contrastar las tasas de crecimiento económico que cada entidad reporta a la luz de los niveles de endeudamiento de sus municipios y verificar que el crecimiento sea sostenido. El resultado de dicho comparativo dirá si la deuda ha sido favorable o solo vulnera la situación financiera de los municipios y de sus ciudadanos.

 

Consideraciones finales

 

El 1 de diciembre de 2018 finaliza una era en la forma de gobierno que México tuvo por más de 70 años. El cambio promete ser de tal magnitud que los principales personajes del gobierno que entrará en funciones lo han llamado la cuarta transformación de México o, por lo menos, así lo pregonaron durante el periodo de campaña de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

 

Lo cierto es que pasaremos de sólo escuchar las propuestas a ver las acciones en materia de política económica que se realicen. El escenario del país no es el más sencillo, pues los niveles de endeudamiento público alcanzan el 46.4% del valor del PIB al concluir el primer semestre de 2018, mientras que los compromisos son numerosos y costosos.

 

A lo anterior debe sumarse la promesa de no incrementar los niveles de endeudamiento público, lo que incluirá la deuda de los municipios para alinearse al objetivo federal, ni aumentar los impuestos vigentes o crear nuevos. Por tanto, el reto es demasiado grande.

 

Un buen principio sería que el resto de las administraciones municipales repliquen el modelo de Querétaro, así una mayor cantidad de recursos podrían ser destinados a proyectos de inversión con retornos positivos para la sociedad.

 

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