Economía de México y Perú podrían ser las únicas que eviten una recesión
Los temores por una nueva recesión al final del presente año e inicios de 2023 son cada vez mayores, los datos del empleo, la inflación y la producción en la principal economía del mundo (los Estados Unidos) indican que la recesión será inevitable. La pregunta obligada es la siguiente: ¿de qué manera afectará a la economía mexicana? No hay una única respuesta, la opinión de los expertos difiere a la hora de analizar los alcances y efectos de la recesión. Las premisas son las que la mayoría de las personas conoce, México comparte frontera con los Estados Unidos y se ha vuelto su principal socio comercial desde hace casi tres décadas, cuando inició el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN, ahora llamado T-MEC).
La relación comercial entre ambas economías es fuerte y la evidencia histórica demuestra que nada de lo que le ocurra al país vecino del norte pasa inadvertido para la economía mexicana, sea algo positivo o negativo. Así, un proceso recesivo para los Estados Unidos redundaría en una caída de la demanda externa para México, reducción de la producción nacional, consecuentes desajustes en el mercado laboral, además de volatilidad en los mercados financieros, lo que podría ocasionar depreciaciones del tipo de cambio.
No obstante, vale la pena destacar el comentario que analistas de Oxford Economics hicieron sobre la economía mexicana pues para ellos, México y Perú son los únicos países que cuentan con una serie de características que podrían marcar la diferencia y evitar que sus economías se paralicen como seguramente lo harán el resto de las economías en los países de la región. Para la consultora, los hogares mexicanos y peruanos cuentan con ahorros generados durante la pandemia, así como con salarios reales positivos lo que permitirá que el gasto se mantenga incluso hasta 2023.
El documento de Oxford refiere que el ahorro en Perú y México se vio incentivado debido a que la política monetaria ha sido mucho más gradual que las que están en marcha en países como Brasil, Chile y Colombia. La inflación elevada provocará pérdidas del poder adquisitivo, reducciones a los salarios reales y ahorros, lo que ocasionará que los consumidores reduzcan su propensión al consumo. Consecuentemente, sus economías nacionales se deprimirán.
El nivel de gasto en cada país se determinará por 5 factores: la fase del ciclo económico, el ahorro, los impactos inflacionarios en los salarios reales, así como la trayectoria de la política fiscal y la monetaria. México no ha instrumentado una política fiscal expansiva; por el contrario, ha mantenido la disciplina fiscal y trazado objetivos claros para el balance público, además presenta una inflación menos acelerada, lo que resta presión a la política monetaria para no subir más las tasas de interés.