Inflación: una nueva amenaza para la economía mexicana

 

El INEGI publicó los resultados del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) durante la primera semana de septiembre y refiere que el índice de precios creció 0.58 % entre julio y agosto, lo que se traduce en una nueva aceleración mensual. Al mismo tiempo implica una tasa de inflación anualizada de 4.9 %, mientras que en julio, la tasa anual fue de 4.81 %. Con agosto se cumplen tres meses seguidos de aceleramientos en el índice de precios y en la tasa de inflación anualizada.

 

A causa de lo anterior, diversos consultores e intermediarios financieros han realizado ajustes al alza sobre el pronóstico de inflación al cierre de 2018. Por ejemplo, Citibanamex dijo que revisará su estimación de 4.2 para ajustarla a una más acorde con la coyuntura actual y Banco Ve por más incrementó su expectativa de 4.2 a 4.5 por ciento al concluir 2018. Por su parte, los especialistas en economía del sector privado, consultados en el mes de agosto por el Banco de México, señalaron que la tasa inflacionaria podría ubicarse en los 4.41 puntos porcentuales al cierre del presente año.

 

Entre los productos cuyos precios incidieron con mayor fuerza en el repunte del índice durante agosto se encuentran los energéticos, el incremento en los precios de los hidrocarburos ocasionó un aumento de 10.57 % en el rubro del transporte público y privado, así como en el comercio de complementos automotrices (gasolina premium, neumáticos, acumuladores, aceites, cuotas de autopistas, entre otras). Del lado contrario, el precio de productos como el tomate verde, las uvas, el plátano, las calabazas, el pollo, el frijol, el azúcar y los servicios turísticos en paquete se redujeron e incidieron a la baja en la cotización del índice.

 

Cabe resaltar que el crecimiento de los precios al consumidor disminuye los rendimientos reales de los instrumentos financieros, principalmente los signados por parte del gobierno mexicano. Esta situación podría ocasionar un nuevo incremento al objetivo de la tasa de interés nominal operada por la Junta de Gobierno del Banco de México, misma que se reunirá el 4 de octubre para determinar las acciones en materia de política monetaria subsecuentes que hagan frente a la coyuntura actual. Adicional a ello, los datos macroeconómicos en Estados Unidos señalan que las tasas de ocupación laboral continúan en recuperación, por lo que crece la expectativa de un incremento en la tasa de interés de la Reserva Federal, otro dato para apostar por un nuevo incremento de la tasa de interés doméstica.

 

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