La economía mexicana podría tener un As bajo la manga

 

 

Durante la presente semana los organismos internacionales como el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han dado a conocer sus pronósticos sobre el crecimiento económico de las distintas regiones que analizan. De manera particular, México fue revisado con estimaciones de crecimiento a la baja. Sin embargo, es importante señalar que la mayoría de los factores que limitan la recuperación son de índole externo; es decir, dependen en menor medida de lo que México ha hecho en los últimos meses con su política económica, con excepción de la inversión fija bruta.

Si se revisan las variables económicas internas (la producción, el consumo, la inversión) se identificarán claroscuros en su comportamiento debido a las afectaciones que dejó y sigue dejando el número de contagios de COVID-19 en territorio nacional. No obstante, dichas complicaciones las han tenido todos los países que enfrentaron cuarentenas y que tuvieron que parar sus distintas industrias. Ahora, la carrera consiste en recuperar el terreno perdido con la pandemia y superar los niveles de crecimiento registrados cuando la economía trabajaba con normalidad.

En el caso de México, la industria manufacturera se ha convertido en el principal motor de recuperación para la economía nacional, pues el Indicador Mensual Oportuno de la Actividad Manufacturera (IMOAM), estadístico del INEGI que sirve para dar a conocer de manera anticipada el comportamiento mensual de la actividad industrial (IMAI) en el sector manufacturero del país. De acuerdo con los resultados del IMOAM, para el mes de abril de 2022, dicho indicador se posiciona en 117.6 puntos; es decir, 17.6 puntos por encima de su trayectoria de crecimiento en el largo plazo, que de confirmarse significaría un avance anual del 5.6% en la industria manufacturera de México.

Los datos reportados por el INEGI son alentadores ya que se presentan en un entorno global caracterizado por la incertidumbre y por las tasas de crecimiento negativas para sectores estratégicos de la economía. El resultado del IMOAM representaría su avance más significativo desde febrero del año pasado, cuando reportó crecimientos por 6.9%, cuando la economía estaba en plena reactivación. Si se observan los datos correspondientes al 2021, se aprecia que fue la industria manufacturera la que más contribuyó al crecimiento económico de ese año y si las cosas se mantienen como hasta abril, este año se repetirá la fórmula, convirtiéndose en el posible as bajo la manga. Los especialistas indican que si en las próximas lecturas que realice el INEGI sobre el IMAI éste muestra crecimientos mayores, se estaría confirmando una reactivación completa de las actividades económicas y se podría hablar de un avance sostenido que ayude a que el PIB obtenga mejores resultados al concluir el 2022.

 

 

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