La Reforma Educativa del Presidente

 

ISAÍ GONZÁLEZ

 

El pasado 25 de abril, la Cámara de Diputados aprobó en lo general el dictamen de la reforma educativa con 381 votos a favor, 79 en contra y 2 abstenciones. Con ello, se logra abrogar la reforma que en 2013 el entonces presidente Enrique Peña Nieto impulsara y en su lugar se aprueba la que propondría el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador. El documento fue turnado a la Cámara de Senadores y discutido el martes 30 de abril para aprobar las particularidades. La idea era sacar la reforma antes de concluir el primer año de trabajo de la LXIV legislatura. No obstante, al no lograr la mayoría calificada en el Senado (dos terceras partes del total de senadores), el documento fue devuelto a la Cámara de Diputados para revisión y análisis nuevamente. En pocas palabras, podría no haber reforma educativa.

 

Anterior a todo esto, el presidente Andrés Manuel López Obrador había emitido un memorándum dirigido a los titulares de tres secretarías de Estado, la de Hacienda, Gobernación y la de Educación Pública, a fin de dejar sin efectos la reforma educativa aprobada en 2013. La instrucción indicaba desobedecer la normatividad vigente y apegarse a la que existía antes de la reforma de Peña Nieto. Obviamente el memorándum carece de cualquier sustento jurídico y motiva contrariar acuerdos que logró el Congreso de la Unión y los congresos de los estados hace 6 años. La situación causó enorme polémica en la sociedad civil y entre diferentes actores políticos pues impacta el orden constitucional.

 

En esencia, la reforma educativa de AMLO propone 5 cambios esenciales. En primer lugar, la educación universitaria estaría contemplada en la Carta Magna como un nivel educativo obligatorio. Dicha modificación se integra como parte del cumplimiento de la agenda que López Obrador presentó desde su campaña electoral del año pasado. Así, los niveles preescolar, primaria y secundaria serían educación básica; mientras que media superior y superior se integrarían como obligatorias.

 

La desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) es el segundo punto importante de la reforma obradorista. El INEE se encargaba de evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del Sistema Educativo Nacional en los niveles preescolar, primaria, secundaria y medio superior, en su lugar se propone la creación de un centro con autonomía técnica dirigido por un consejo directivo y otro consultivo que integrará académicos y padres de familia. La evaluación del sistema queda anulada (razón principal de derogar la reforma de Peña Nieto de 2013) y ahora se evaluará a través de la equidad educativa, actualización constante y fortalecimiento de escuelas normales.

 

Adicional a ello, se deroga la Ley General de Servicio Profesional Docente y se señala que los derechos de los trabajadores de la educación se regirán a partir de lo estipulado en el artículo 123 constitucional apartado B. En opinión de Carlos Romero Hicks, líder panista, dicha disposición abre la puerta a la venta de plazas por parte del magisterio.

 

El tercer punto es la modificación del artículo tercero constitucional para integrar el apoyo mediante becas a los estudiantes, además de programas alimentarios para estudiantes en zonas vulnerables.

 

El cuarto lugar se refiere a los planes de estudio y adición de materias obligatorias que promuevan los valores, la ética y el civismo. No sólo se fortalecerán las disciplinas duras como las matemáticas sino que la cultura, geografía y la historia serán igual de preponderantes. Además, los planes de estudio se adecuarán a las regiones o zonas rurales respetando la identidad de las regiones. Una de las reservas aprobadas fue la inclusión de educación sexual para los niños y niñas a fin de prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

 

Finalmente, el quinto punto refiere la obligación de los sindicatos de trabajadores de la educación para elegir de manera democrática a sus dirigentes mediante votación libre, universal y secreta.

 

Cabe señalar que la reforma volverá a ser discutida debido a que regresó a la Cámara de Diputados, por lo que podría incluir nuevas modificaciones o atorarse por más tiempo. Tendremos que esperar un poco más para saber si López Obrador logra cambiar la reforma de Peña por la propia.

 

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