Se define como el proceso integral que llevan a cabo las organizaciones para poder realizar una evaluación de su entorno interno y externo de modo que puedan tener información oportuna para la toma de decisiones que permita la formulación de objetivos definidos; así como las distintas rutas a seguir para conseguirlo -estrategias- y la evaluación de sus resultados para obtener una mejoría en su competitividad, rentabilidad y crecimiento sostenido a largo plazo en el mercado en el que operan.