Las personas realizamos diversas actividades en un día, desde el momento que despertamos, nos aseamos, comemos, salimos de casa para estudiar o trabajar, entre muchas más. Algunas de estas actividades suelen estar determinadas por horarios, es decir, existe una programación o planeación (rústica) sobre ellas.

La planeación es un elemento clave para alcanzar la productividad y los buenos resultados. Por un lado, permite ordenar y jerarquizar las actividades que realizamos en un día o semana, así como asignar un tiempo aproximado para llevarlas a cabo, incluidas las actividades de entretenimiento y descanso (ocio).

Realizar cotidianamente un ejercicio de planeación nos ayuda a ser más ordenados en nuestras actividades, evita que omitamos u olvidemos acciones relevantes para nuestro ritmo y estilo de vida.

Si para una persona la planeación es un ejercicio altamente recomendable, para las empresas, organizaciones y para la administración pública es de vital importancia. Ya que los procesos que realizan éstas se multiplican por cientos, la planeación sirve para que funcionen como un reloj suizo, coloquialmente hablando.

Por ejemplo, en una empresa, la planeación de la demanda es una actividad indispensable para asegurar el abasto de sus productos a los clientes, así como para determinar la compra de insumos y la contratación de trabajadores. Por su parte, en las organizaciones, la planeación es importante para que una acción o campaña se lleve a cabo y cumpla con los objetivos establecidos.

La planeación tradicional se puede entender como la programación de las actividades necesarias para el funcionamiento u operación de las organizaciones y empresas. Mientras que, en este sentido, la planeación estratégica va más allá de lo coyuntural, pues se enfoca en el futuro que la empresa quiere alcanzar.

La planeación estratégica es una herramienta poderosa para alcanzar el futuro deseado, ya que es parte de su idealización y finaliza con la materialización de la visión y misión de las empresas, las organizaciones o de la administración pública.

Un buen ejercicio de planeación estratégica permite identificar las vulnerabilidades, tanto internas como externas, mientras crea las acciones estratégicas para erradicarlas o disminuirlas. Al mismo tiempo, identifica las potencialidades y traza una ruta para obtener mayores beneficios.

Todo lo anterior confluye en un plan operativo personalizado, para que la empresa, organización o administración pública logre la ruta para lograr el futuro deseado (visión y misión). La planeación estratégica no es un ejercicio de una única ocasión, ya que constantemente la sociedad y los mercados se transforman, no se diga la tecnología, por lo cual, cada cierto tiempo (entre 5 y 10 años) es oportuno renovarla.

Entre los beneficios de la planeación estratégica destacan:

• Permite visualizar hacia dónde se dirige (futuro deseado) la empresa, organización o administración pública.
• Sirve para que los trabajadores se apropien de la misión y visión.
• Reduce la incertidumbre y minimiza los riesgos.
• Mejora los tiempos y usos de recursos.
• Crea un Plan Operativo Anual.
• Se establecen indicadores de desempeño y resultados.
• Fomenta el trabajo en equipo altamente eficiente.

En Sustava tenemos una larga experiencia (más de 10 años) en la provisión de servicios para que las empresas, organizaciones y administraciones públicas puedan realizar adecuadamente su planeación estratégica y materializarla en un plan operativo anual que les permita lograr todas sus metas.

Te invitamos a que conozcas nuestros servicios (aquí) y juntos construyamos la ruta de tú éxito.